martes, 1 de julio de 2014

En forma!

Sí, estamos embarazadas, nos podemos permitir algún capricho ( llamemos le antojo) pero hay que tener una cosa muy clara, esos kilos de más luego hay que perder los!

En mi anterior embarazo, me salió la glucosa baja, al contrario de casi todas las embarazadas, y por ello podía "permitirme" unos buenos bocadillos de Nocilla, Nutella... o similares. Pero esto luego se vio reflejado en la balanza. No puedo quejarme, me engordé 11 kilos en total, pero de antes ya me sobraban unos 4-5 kilos.
Mi plan con este nuevo embarazo, en mantener la línea. No pienso privarme de nada, pero todo con moderación, y haciendo ejercicio diario.

Es muy importante mantener una dieta equilibrada. Comer más a menudo, cantidades más pequeñas, y sobretodo aportar al organismo todo tipo de nutrientes y vitaminas. No hay que comer por dos, pero si hay que comer de todo, ya que nuestra alimentación se verá reflejada en el crecimiento y desarrollo fetal.

He intentado hacer mil plannings de comidas, tablas con dietas... pero bah, a quién quiero engañar, los engancho en la nevera y luego no les hago ni caso, así que intento guiarme por mi instinto. Como pescado blanco, azul sin pasarme ( ojo con los niveles de mercurio), carne roja y blanca, legumbres ( incluso lentejas con el asco que me dan), fruta,pasta, verdura y algo muy importante: frutos secos. Estos últimos hay que procurar no pasarse ya que tienen un aporte calórico enorme, y pueden aportarnos demasiada grasa al organismo.

A ver, no hay que llevar las cosas a los extremos... a todas nos apetece picar entre horas, y más estando embarazada ( aquí excluyo cuándo las náuseas se apoderan de tu ser). Mi secreto para aguantar esa hambre voraz a la madrugada, fue comprar galletitas saladas, y ponerlas  en la mesilla de noche. Cuándo me despertaba con hambre, acidez o incluso un poco de náuseas, echaba mano a las galletitas y me iban fenomenal.

Esta es la parte "fácil", la de la comida... pero luego viene una no tan fácil, que es la de hacer ejercicio.
Siempre tenemos ( aquí me incluyo yo) alguna excusa para no movernos de casa, para coger el coche, moto o transporte público para desplazarnos... o bien porque hace calor, o frío, o pura pereza.
Sabéis cuál ha sido aquí mi motivación? Dejar el coche lejos aparcado, y no comprarme ningún bono bus ni similares. Por lo tanto, a no ser que sea por una circunstancia mayor, siempre voy andando al trabajo, 2,2 km de ida y otros de vuelta. A lo tonto, ando 4 km y medio diarios, sin contar los paseos que doy a la tarde con mi renacuajo. Este simple echo, el de ir andando y volver del trabajo, ya hace que mis músculos y mi corazón se muevan, y el proceso del embarazo se vuelve todavía más saludable.

Probable mente haya quien me tache de superficial por preocuparme por el peso en un embarazo, pero, no es por físico, es por salud. Debemos pensar, que una vez dejas de estar embarazada, empieza la aventura de ser mamá, y un hijo requiere mucho esfuerzo, psíquico y físico, y si no estás en forma todo cuesta más.
A parte, toda mujer quiere sentirse bella y a gusto con su cuerpo, porque luego nos sentimos capaces de cualquier cosa. La confianza en una misma es fundamental para sentirnos bien.

Por lo tanto, cuidemos este cuerpo, que va a ser el cobijo de nuestro peque durante 9 meses!

No hay comentarios:

Publicar un comentario