lunes, 28 de julio de 2014

Se acabó.

Así de rotundo es el título, y así de rotundo fue el doctor el Lunes pasado.

Como ya me venía temiendo el embarazo llegó a su fin.

Mi pequeño embrión no tuvo fuerza para seguir creciendo... su corazón no latió.
Ahora me embargan una serie de emociones difíciles de describir. Alivio por qué aunque el desenlace no fuese el mejor, ya sé que algo malo ocurría y por fin ha terminado. Tristeza y pena,  porque tanto mi pareja como yo habíamos puesto toda nuestra ilusión en este nuevo embarazo. Y rabia... por qué? por qué a mi?

El proceso ha sido muy duro. No voy a entrar en detalles porque es algo que me quedo para mi.. sólo puedo decir que éste proceso me ha hecho tener mucho miedo a un nuevo embarazo. Estoy tocada de un modo tanto psicológico como físico, y hasta que no logre curar esta herida que tan abierta está ahora, no volveré a plantear dar un hermanito a mi mono.

Centraré toda mi energía en la etapa tan bonita que me está brindando mi niño, empieza a ponerse de pie solito, hace mil cosas nuevas para llamar la atención, y se merece toda mi atención.


No voy a cerrar el blog, ni mucho menos... sólo voy a cambiar el rumbo, y quizá el título jejeje.

Gracias por seguir conmigo la etapa del principio del embarazo que no puedo ser... gracias por vivir conmigo la ilusión... Espero que sigamos pasando buenos ratos con las aventuras de mi monito.


Continuamos.


lunes, 21 de julio de 2014

Lo que no te cuentan....





Algo que tenemos en común todas las mujeres ( o casi todas) cuándo nos quedamos embarazadas, suele ser la búsqueda masiva de información. ¿Qué debemos sentir? ¿Cuándo? y ¿Por qué?...
Conforme pasa el embarazo vamos actualizando nuestros conocimientos trimestre a trimestre:  aaaah , vale, ahora me toca sentir esto....
Pero no creáis que esto termina al dar a luz... para nada. La búsqueda del conocimiento sigue aún teniendo a nuestros retoños en brazos.

Leemos mil y un artículos en revistas especializadas en bebés y mamás, como combatir las dichosas estrías, que hacer para no engordar mucho, dietas y más dietas equilibradas.... y luego, una vez ya con tu hijo, sigues leyendo trucos para dormir, para sentirte bella.... y claro, ves esas fotos en los artículos y portadas de las revistas de esas mujeres llenas de plenitud y felicidad, sin una maldita ojera, y piensas: algo estoy haciendo mal.

Pues no, no estás haciendo nada mal. Las revistas nos engañan. Los libros nos engañan. Las demás madres nos engañan.

El sueño... es perpetuo. A no ser que tengas un bebé marmota que duerma de 21.00 a 8.00 o 9.00 de la mañana y luego haga sus 3 siestas de hora y media o dos horas al día, prepárate, el anti ojeras será tu mejor aliado.

Víctor nació a las 13.35 de un Jueves. Al nacer con un peso algo inferior al esperado, inicié la lactancia a demanda. La demanda era cada hora, hora y media. Día y noche...día y noche y noche y noche....y noche. Pasaron dos largas semanas, en las que todo el mundo te dice: debes dormir cuándo el bebé duerma, descansa. Al principio lo ves lógico, pero cuándo ya llevas unos días, al escuchar esa típica frase, te entra la risa floja y la locura transitoria... claro, yo duermo pero.... CUÁNDO NARICES COMO? CUÁNDO ME DUCHO? CUÁNDO ME CORTO LAS UÑAS DE LOS PIES? Sí sí, seguro que os reís con esto último, pero es una pequeña exageración de como las cosas más cotidianas pasan a ser algo imposible a realizar. Y ya no entro en tema limpieza del hogar...

Recuerdo que unas semanas antes de dar a luz me mandaron una serie de "normas"de como sería la correcta visita a una mujer que acaba de dar a luz, y decía cosas tipo: visitas cortas, horarios concertados, traer algo de comida para la madre, ayudar en lo que se pueda en la visita... y sobretodo no atosigar a recomendaciones, debemos recordad que esos días estamos con las hormonas a petar y aunque lo hagamos con buena intención, hay cosas que pueden sentir mal.

Pues bien, todas las visitas que hubieron en mi post parto, no se leyeron esas recomendaciones jajaja menos mal que yo me lo tomé con mucho humor y tengo un carácter muy abierto y extrovertido, pero sinceramente, un buen bocadillo de regalo me hubiese sentado de lujo.

Pasan las semanas y los meses, algunas cosas mejoran. Las tomas nocturnas se van espaciando, el bebé deja de ser tan dependiente de tus brazos, y tú vuelves al trabajo.

Ahora es cuándo buscamos algún artículo por la red relacionado con : Maternidad y trabajo, como sobrellevarlo.
Y yo me río de todos ellos.
Vas de puto culo. Y siento la palabrota, pero es así. Los días pasan a parecerte horas, las horas minutos y de repente es otra vez de noche y te has dejado cientos de cosas por hacer, y sabes que al día siguiente será otra vez lo mismo... Y aquí puedes hacer dos cosas: una volverte loca, o pasar de todo.

Yo he decidido pasar de todo. Tengo mi casa todo lo limpia y recogida que puedo. Si viene una visita y le molesta ver una mota de polvo, con mucha amabilidad y todo mi cariño, le daré un trapo para que lo limpie si tanto le estorba.

He decidido dejar a un lado el piso, las obligaciones... incluso las comidas. No sé cuánto tiempo voy a vivir, no sé cuánto tiempo podré disfrutar de mi hijo, así qué mi recomendación, como madre y mujer 2.0 es:
Sé feliz a tu manera, vive y disfruta con tu hijo y juega todo lo que puedas!

Esto no lo leeréis en ningún artículo de las revistas o libros, esto sólo se aprende con el día a día, y viendo disfrutar y sonreír a ese pequeñín por el que matarías.

Y termino con una frase que no deja de ser un topicazo... Es duro, pero compensa :)

Un beso a todas.




Esta entrada está dedicada a mi mejor amiga, a mi Lineta que ella sabe cuánto nos mienten diciendo que todo es de color de rosa.


viernes, 18 de julio de 2014

Primer cumple






En 14 días exactos será el primer cumpleaños de mi monito.
Estoy entusiasmada e incluso algo nerviosa!!
No teníamos pensado preparar ninguna fiesta, es más, siendo tan peque nuestro hijo, íbamos a hacer algo muy sencillo, los tres solos.
Pero bah, el primer año es importante, así que estoy preparando una fiestecita divertida y amena para los invitados.

El lugar: mi piso.
Aprovechando que tengo un salón de casi 40 m² colocaré el sofá en una esquina y varias mesas con los aperitivos encima.
Lo decoraré con globos ( colgados , no quiero que haya sustos) con guirnaldas  y con una bonita frase de : Feliz Cumpleaños.
La velada se amenizará con música para bailar, y todo quedará grabado.
Todos los invitados se harán una foto con la estrella del día en un mini photocall que montaré en la entrada, para que así luego tengan un bonito y divertido recuerdo del día.

El menú: sin gluten.
Mis primos son celíacos y por ello voy a adaptar el picoteo a ellos. Estoy harta de asistir a comidas familiares o eventos y ver como ellos tienen que preguntar todo el rato qué pueden comer y qué no. Por lo tanto se acabó, esta fiesta es para todos, y todos tienen derecho a disfrutar lo mismo.

El pastel no puede faltar. Bizcocho y chocolate, para qué más?? Una gran vela con un 1 coronando la tarta y todos a cantar el cumple años feliz.
Patatas fritas, sandwiches varios y frutos secos. Y una sorpresa: chucherías para todos!!

Mini sorpresa...
Todos llevaran un gorrito. Conforme lleguen los invitados a casa recibirán su correspondiente disfraz, y Víctor irá muy muy guapo disfrazado también, pero esto es secreto :)


La fiesta será el Sábado 2 de Agosto a las 17.00 h. Será un día muy feliz, estoy segura de ello.



martes, 15 de julio de 2014

Esperando...

Así estoy, esperando a la semana que viene.
He  vuelto a manchar, esta vez con más intensidad.
Fui al hospital esperando lo peor, no os engañaré. Al llegar me hicieron una ecografía vaginal y se vio el saco, un embrión de 3mm y la vesícula. Pero no había latido.

Ahora el tema es el siguiente, de cuántas semanas exactas estoy?
Recuerdo que en la última menstruación tuve un pequeño retraso, los nervios por tener al peque malo me jugaron malas pasadas... así que con exactitud no puedo confirmar cuál es mi FUR ( fecha última regla), por lo tanto, quizá no esté de 7 semanas! quizá esté de una semana menos y por ello las medidas son esas y no hay latido...  O quizá debo esperar porque tarda un poco más este proceso... o, quizá el embarazo se ha parado y ya no hay nada que hacer... Así está mi cabeza todo el día.

Me han citado el Martes que viene para realizar una eco de control. En esa eco, debe haber latido, si no lo hay, me tengo que despedir de esta etapa, e iniciar una nueva.

No sé que pensar, no sé que ánimo y humor tener.  Me llegan buenas palabras e intenciones por todas partes, que me alegre que piense en POSITIVO, que todo se lo transmito a mi lenteja... pero que queréis que os diga, estoy desanimada, me siento vacía, es esa la sensación.

Dejaré pasar las horas y los días, a no ser que haya un manchado muy abundante no perderé el tiempo yendo y viniendo del hospital, esperaré, es eso lo que tengo que hacer, esperar.





martes, 8 de julio de 2014

Primera cita con la llevadora

Ayer tuve mi primera cita de seguimiento del embarazo. Acudí sin mi pareja, ya que por horarios laborales le fue totalmente incompatible.

Entré en la consulta y allí había una doctora joven, muy amable y simpática. Estuvimos charlando un rato sobre mi anterior embarazo, y por fin me abrió la famosa Cartilla de Embarazo.
En cada Comunidad Autónoma hacen esta gestión de una manera distinta, aquí, en Catalunya te ofrecen una cartilla muy entrañable dónde en cada visita te apuntan los cambios que van ocurriendo. Así como un seguimiento del peso, tensión arterial, cuánto crece la barriga, pruebas realizadas......  es muy útil, y una vez das a luz, es un muy bonito recuerdo de todo lo pasado en el embarazo. Tengo una carpeta dónde guardo todas las pruebas, ecografías, libretitas, anotaciones del embarazo de Víctor, sé que de aquí a unos años la miraré y me entrará nostalgia y alegría de recordad todo lo vivido.

En la cartilla apuntó mi peso actual, 52 kg, mi tensión arterial y los datos relevantes sobre mi historial médico. Debido a mi enfermedad, me derivan de nuevo a Alto Riesgo, pero esta vez al ya saber a que nos enfrentamos me dijo que probablemente en el hospital me vuelvan a derivar a control ambulatorio normal, ya qué no tengo peligro alguno durante la gestación ni parto.
Algo que si me comentó como dato curioso, es que al no haber pasado 12 meses desde un parto a esta nueva gestación, a este embarazo también se le llama de alto riesgo, debido a que los tejidos todavía no están recuperados del todo, pero que en mi caso, al haber dejado pasar un período de tiempo de 10-11 meses no hay peligro ni riesgo alguno, más bien todo lo contrario, me predice un expulsivo rápido y limpio ( esto alegra a cualquier futura parturienta).

Antes de terminar me preguntó si tenía dudas, miedos... y le comenté mi miedo y paranoia a un embarazo anembrionario... me dijo que no me preocupase por nada, que si llegase el caso nos daríamos cuenta, que la séptima semana de gestación suele ser crucial, y si no experimento ningún dolor abdominal muy agudo ni una pérdida de sangre abundante, no hay de que asustarse ni preocuparse.

Me citó para varios días de Agosto para realizar la primera analítica y ecografía, y me recetó ácido fólico, el cuál ya me estaba tomando durante la concepción.

Salí contenta, emocionada y creyéndome un poco más este proceso... todavía queda mucho, pero ya ha empezado la ilusión, ya han empezado esas cosquillitas en la barriga que predicen que todo irá perfecto.
Soy feliz, estoy feliz.







lunes, 7 de julio de 2014

Las dudas...

Se dice que las 12 primeras semanas de embarazo son las que provocan más incertidumbre, y qué, una vez superada esa barrera, ya puedes respirar hondo porque todo irá bien.

Yo discrepo, porque no es todo tan bonito.

Es cierto que hasta que no te realizan la primera ecografía no sabes si todo va bien. Sabes que estás embarazada porque no tienes la menstruación y el test te ha dado positivo, por lo tanto segregas la hormona GCH, pero pueden haber mil complicaciones que hagan que ese embarazo no pueda seguir adelante.

El mayor de mis temores es que sea un embarazo anembrionario. Esto quiere decir que hay saco embrionario, pero no embrión, por lo tanto no hay ni corazón ni latido. Y lo triste es que si no tienes dinero para hacerte un seguro privado, hasta la semana 12 no te enteras, y has de pasar por el mal trago que supone un legrado ( intervención quirúrgica para abortar).
No tiene porqué pasar, pero pasa.
Hay mujeres que se enteran antes de hacerse la ecografía. Hay quién empieza con unos ligeros sangrados y cólicos tipo menstruales, y terminan expulsando el saco... pero también existe la posibilidad de no enterarse.

Sé que no he de tener miedo, y menos por cosas que todavía no han ocurrido, pero es inevitable.


En mi primer embarazo, al contrario de la mayoría de personas, no tuve miedos. Ninguno.
Desde el momento que supe que estaba embarazada, confié que todo iba a ir perfecto. No me preguntéis porqué, pero lo sabía.
Fué un embarazo de libro. A la sexta/ séptima semana empezaron las náuseas, tenía mucho sueño, cansancio, pechos doloridos e inflamados...... lo normal vamos. A la semana 13-14 aproximadamente desaparecieron las náuseas, y siguieron los demás achaques naturales de un embarazo normal y corriente.

Ahora no.

No tengo náuseas. No duermo. No tengo fatiga. No me duelen los pechos.....
Y esto hace que mi cabeza, mi mente no pare de darle vueltas a la idea de que quizá algo no va bien.


Sólo espero que esto sea una absurda paranoia de mi mente cansada,y qué, en la visita que tendré esta tarde con la comadrona estos miedos se esfumen.

Sólo quedan unas horas.







Feliz comienzo de semana.


viernes, 4 de julio de 2014

Primer sustillo...

5 semanas 6 días.


Me levanto rara. Duermo poco, llevo unos días pasando malas noches, y me duele la cabeza.
Me dispongo a preparar todo lo del peque y llevarlo con mi padre, aprovecho que está sin trabajar en este momento para que estén juntos.

Me marcho a trabajar.

Días atrás me empezaron los típicos dolores de implantación. El útero se prepara para acunar a mi bebé durante estos meses, y las molestias son de lo más normal. Pero, hay un dolor diferente, me recuerda a pocos días antes del parto. Son una especie de "latigazos" en el conducto vaginal, que raro.

Voy al baño, y ahí el primer susto, al limpiarme un poco de flujo oscuro. No le doy mucha importancia, pueden ser mil cosas, pienso.
Dejo pasar la mañana e intento no pensar mucho en lo ocurrido. Pero llega la tarde y vuelve a pasar. Me empiezo a mosquear... y decido ir a la llevadora de mi centro de salud para consultarle.
Una vez allí me comenta que pueden ser restos de una menstruación anterior, que de todos modos me observe, y cualquier cambio me vaya al hospital de urgencias.
El dolor de cabeza continúa... mi marido, preocupado me dice que nos vayamos al hospital, nunca hemos abusado de estos servicios, pero la ocasión lo merecía. Esas manchas podían o no tener importancia, pero en el caso que la tuviesen mejor saberlo cuanto antes, y así poner remedio ( medicación, repososo...).

Llegamos al hospital y no tardan en atenderme. Me toman la tensión arterial y la temperatura corporal. La tensión está alta, 13-9. Supongo que no le dan importancia porque estaba un poco nerviosa, no sabía que iba a ocurrir, temperatura normal.
Me hacen una exploración vaginal y ven una pequeña infección por candidiasis. Deciden hacerme una ecografía para descartar cualquier problema .
Allí está, el saco gestacional, no se ve embrión, dicen que todavía es pronto, pero, que por medidas y situación todo tiene pinta de ir bien. Confío en el criterio de los médicos, aunque, no os voy a engañar, hasta que no escuche un latido, no respiraré.
Me mandan un tratamiento para la infección y para casa.

Al llegar, no puedo evitar estar de bajón. Menos mal, que la cara de mi príncipe lo alegra todo.
Me costó conciliar el sueño, pero he dormido del tirón.





Hoy, al levantarme he pensado de un modo muy positivo. ¿Por qué tendría que pasar nada malo? Estoy sana, mi primer embarazo fue fenomenal... porque ahora iba a ser distinto.
Olvídate de todo y piensa que en unas semanas escucharás bien fuerte el latido de tu lentejita.
Ese es mi pensamiento positivo de hoy... aunque, no os voy a engañar, algo dentro de mi sigue preocupado.




Feliz Viernes, hoy cumplimos 6 semanas :)


miércoles, 2 de julio de 2014

Mi parto : 2ª parte

Las 2.30 am.

Me despierto, tengo dolor bajo vientre, muy parecido al de la menstruación...... uix, me duelen los riñones.
Me levanto al baño, y al sentarme en el váter un "chorrillo" de un líquido sale disparado. ¿Qué narices será eso? ¿Me he hecho pis encima?.... que raro.
Decido sentarme en el balón que me compré para fortalecer el suelo pélvico. Doy unas rotaciones.
Parece que estoy algo mojada... pero tampoco es demasiado como para escandalizarme. Me miro una y otra vez la ropa interior buscando algún color amarillento que me indique si es incontinencia urinaria.. pero no, es transparente. Me noto un poco más mojada.

Decido despertar a mi hombre, creo que he roto aguas, pero no estoy del todo segura. En las películas te pintan la rotura de bolsa como un espectáculo. Montones de líquido saliendo a borbotones, mojando lo todo, un gran charco a tus pies... pero lo mío es discreto.

-Fer, cielo, despierta. Creo que he roto aguas.
Se hace el silencio. Se lo repito.

Fer- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Estás segura? Que son las 3 de la madrugada, eh. ( Éste último dato me hizo mucha gracia, como si un bebé tuviese horario establecido para nacer jajaja)

Le contesto que sí, que estoy casi segura. Que voy a llamar al hospital para consultarles que debo hacer, que se preparara.
Se levantó, se duchó ( había tiempo de sobra) y yo llamé al hospital. La enfermera que me atendió no quiso mojarse, y me dijo que fuese para allí que me harían un chequeo y comprobarían si había iniciado el trabajo de parto.
A mi todo me sonaba a chino. Yo me encontraba fenomenal, había mojado muy poco... Pensé que me mandarían de nuevo a casa, por lo tanto, llamé a un taxi pero no me llevé las bolsas que tenía estratégicamente preparadas desde hacía un mes, para qué.........

LLegamos al hospital. En la entrada, hablé con la recepcionista y le comenté que estaba allí porque creía estar de parto. Me miró con cara de loca. Entre la poca barriga que tenía, mi cara saludable y mi buen humor, nada indicaba que en unas horas nacería mi polluelo.
Me llamaron de una consulta, dónde un doctor muy majo nos atendió. Me hizo preguntas, tomó la tensión arterial, y cuándo nos disponíamos a levantarnos para ir a la planta de maternidad a hacer el chequeo, ocurrió.
El charco. El super charco. No os voy a engañar, me encantó vivir aquello de película. Salía el líquido a chorro, hice un buen charco. Le pedí perdón ( fue un acto reflejo) al doctor por haberle puesto el suelo de la consulta perdida, y este se rió. Me dio una toalla a modo de compresa y nos dirigimos a la planta superior.

Estaba claro, había roto aguas. Por lo tanto el parto era inminente. Fuimos a un box y me pusieron en monitores. Bah, apenas habían contracciones y después de un tacto me dijeron que sólo estaba dilatada de 1 cm. Que aquello iba a ser muy largo, que tuviese paciencia.
A mi me daba igual, me encontraba tan bien, tan estupenda, que podía esperar lo que mi pequeñín necesitase.

Me pusieron un camisón y me ingresaron en planta.

Entramos en aquella habitación, oscura. Había una pareja en la cama de al lado. Ella con contracciones cada 10 minutos y él roncando como un león.  No podía parar de reír de imaginarme la situación vista desde fuera.
Estuvimos un rato intentando descansar, pero con la pareja al lado se hacía difícil.
Empezaron algunas contracciones dolorosas... y estirada me dolían más. Por lo tanto, cogí de la mano a Fer y le dije de ir a pasear por la planta.
Vi una máquina expendedora, una vending. Y dentro, galletas Oreo.. uff que hambre me entró.

-Nene, sácame unas galletitas, y un zumo de naranja, que me lo he ganao.

Mi hombre, al momento me compró aquello, se me antojaba como un manjar.

De vez en cuando venía alguna contracción, me paraba, respiraba hondo y pasaba rápido. Me lo estaba pasando realmente bien. Eran cerca de las 7 de la mañana cuando decidimos llamar a la familia para contarle que había llegado el día, y lo hicimos enviando un whatsapp y subiendo esta foto a las redes sociales:



Las respuestas se dieron rápido. Era un Jueves y la gente madrugaba para ir a trabajar. LLegaron ánimos de todas partes, y se agradecieron.
Le dijimos a la familia que esperase, que todavía quedaban muchas horas y que esperar en una sala de hospital es desesperante. Y así lo hicieron, esperaron.

Ya estaba cansada. Volvimos a la habitación dónde aquella pareja seguía con el mismo ritual, contracción vs. ronquido, pero por suerte, vino una enfermera y se los llevó a la sala de dilatación-partos.

Estábamos tranquilitos. Escuchando la sesión que me había preparado en el mp3 para el gran día. Electric Wizard y contracciones, jamás hubiese pensado en semejante fusión.

A las 8-9 de la mañana ( las horas son imprecisas, ya qué perdí un poco la noción del tiempo) vino una enfermera a la habitación, y nos llevó a la sala de monitores de nuevo. Me monotorizaron e hicieron un tacto.
Aquello avanzaba muy lento. Me pusieron una vía intravenosa e iniciaron el tratamiento de Oxitocina.

Me llevaron a la sala dónde daría a luz. He de decir que estuve muy cómoda en todo momento, ya qué, el hospital de la Cruz Roja tiene muchas comodidades. Dilatas y das a luz en la misma habitación. Decorada de una manera muy sutil para que no sientas que estás en un hospital.

Me volvieron a monotorizar, y vieron que Víctor seguía con las pulsaciones un poco bajas para estar de parto... por lo tanto decidieron dejarme puestos los monitores en todo momento. Aquello era incómodo. Ya no podía andar, no podía apenas moverme, y, a causa de la hormona oxitocina, las contracciones eran más duras.
Aquí perdía la noción de todo. Sólo sé que tenía mucha calor y pedí algún medicamento que me ayudara a soportar el dolor.
No sé que fue lo que me inyectaron, pero conseguía que mi cuerpo estuviese en desconexión total el rato que no habían contracciones, pero, las contracciones no las aliviaba.

Calor, mucha calor....

Las enfermeras venían, me daban golpes en la barriga... Víctor seguía sin subir de pulsaciones...pero se mantenía estable. Ponte de lado, me decían. Qué incómoda estaba... dolía mucho. Cada contracción era como si me pasaran una motosierra por la mitad de mi cuerpo.....

Llegó el momento. Supongo que serían cerca de las 11 de la mañana, cuándo la enfermera me hizo de nuevo un tacto. Su cara de sorpresa fue lo que me alegró:

-Bien.¿Quieres la Epidural?
Aquellas palabras resonaron en mi cabeza como campanas angelicales. Casi le grité desesperada que Sí, que si hacía falta me la ponía yo misma jajaja.

El anestesista no tardó en llegar.

La dulzura apareció de nuevo. Que placer. Que maravilla.
Ahora sí, volvía a disfrutar de aquello.
No dormí, pero si que pude descansar.

A las 12.30 aproximadamente, recordaré toda la vida las palabras que le dije a Fer.

-Nene, creo que me estoy cagando.

Risas.
Díselo a la comadrona, me dijo Fer. Y así hice.

-Disculpe. Es que.... como decirlo...... creo que tengo ganas de hacer caca. Tengo muchas ganas de empujar y no quiero liarla.

La comadrona se rió, y me dijo que aquello era imposible. Habían pasado muy pocas horas de parto ( para una primeriza) y no podía ser que ya tuviese ganas de pujar.

** Es ahí cuándo me enteré de que las ganas de hacer caca eran instinto para pujar.

Le repetí.

-Pues lo siento... pero necesito empujar ya.

La comadrona se marchó. No sé lo que le rondaría por la cabeza, cuándo de repente veo que aparece ( no habían pasado más de cinco minutos) con los guantes puestos.
Me levantaron las piernas ( yo con la epidural era inútil de cintura abajo) y cuál fue su sorpresa que al intentar meter la mano para ver de cuántos centímetros ya estaba dilatada, no pudo. Allí estaba la cabecita de mi niño.
Sus palabras fueron, dirigiéndose a la otra comadrona:

-Corre, prepara todo, ya está casi fuera.

Me miró, y me dijo:¿ preparada para pujar ?
Buah, me emocioné. Con la mayor de mis sonrisas le dije: SÍ!!!
Prepararon la cama, y empezamos a respirar hondo.
Venga va, pujamos 5 veces 10 segundos... preparada!?

Pujamos varias veces, Víctor estaba a punto de salir, cuándo me pusieron el monitor para controlar sus pulsaciones y vieron que habían bajado mucho, por lo tanto, la situación lo requería, me realizaron una episiotomía. Dos empujones más, y su cabeza salió.
La comadrona me miró, sonrió y me dijo: ¿Quieres sacarlo tú?
WOW, no podía creermelo. Me dejaban participar activa mente en mi propio parto. Me ayudaron a incorporarme, salió un brazo, el otro, y lo agarré por primera vez en mi vida. Lo cogí fuerte, segura, y lo llevé a mi pecho.

Su olor. Ese olor dulce, jamás desaparecerá de mi recuerdo. No lloró, tenía los ojos abiertos y realizaba succiones con la boca, tenía hambre!

Su papá le cortó el cordón umbilical, e ipsofacto iniciamos la lactancia materna. Piel con piel. Corazón con corazón.

No podía dejar de mirarle, de acariciarle, de besarle... mi hijo, mi creación.

Llegó el momento de ir a la habitación a hacer su presentación oficial a la familia, su papi le vistió con el conjunto que escogimos para su primer día de vida, y ya jamás nos hemos separado de él.

Gracias Víctor, porqué tú le has dado sentido a nuestras vidas.

Te amamos.


*Víctor en sus primeras horas de vida.



Gracias Hospital Creu Roja de Hospitalet de LLobregat.






Mi parto: 1ª parte

Si ponemos en cualquier buscador de internet la palabra PARTO, nos saldrán cientos o miles de entradas con diferentes historias, unas bonitas y otras con finales tristes, pero yo quiero contar lo que mi pareja y yo vivimos aquél 1 de Agosto del 2013, porque fue la experiencia más maravillosa que recuerdo, y obviamente, el día más feliz de mi vida.

Como ya he contado anteriormente, mi embarazo no fue lo esperado. Yo quería lucir tipazo al sol, comprarme modelitos premamá, y hacerme mil y una fotos.
Pero por circunstancias de la vida, nada de aquello fue posible.
De todos modos, no lo recuerdo como un momento amargo, todo lo contrario... tuve la suerte de notar a Víctor desde muy pronto, y aquello compensaba cualquier cosa.

Mi barriga era preciosa. No porque lo diga yo, sinó porque todo el mundo me paraba y me decía el buen cuerpo que tenía incluso estando casi de 40 semanas. 
Esta es mi guisa 4 días antes de dar a luz




3 días después tuve mi primera visita a monitores, las famosas correas y el tacto.
Recordaré siempre aquél 31 de Julio porque al llegar a monitores, que me acompañó mi padre, la comadrona me dijo que estaba myuy muy verde, un verde muy oscuro jejeje y que no estaba dilataba nada. Que me tomase aquello con calma. Y para colmo el peque estaba muy dormido, tuvieron que darme 2 zumos y algo de chocolate para espabilar lo un poco durante la sesión.
Me vine abajo, al día siguiente salía de cuentas y yo me veía con un parto programado a las 42 semanas... no me apetecía. Pensaba que sería mi primer y último hijo, y quería vivir la experiencia del parto con todo su esplendor, y claro, aquella noticia me dejó muy chof.
Llevaba dos semanas saliendo a caminar cada tarde cuándo se escondía el sol, a mi pobre hombre lo tenía agotado. Andábamos más de 1 hora, hacía ejercicio en casa, intentaba liberar oxcitocina de todas las maneras posibles para que el parto fuese inminente... y que me dijeran que todo esfuerzo había sido en vano, me desanimó.
Al salir, mi padre me vio la cara de desánimo y me preguntó si volvíamos andando a casa. ¿Andando? para qué! le contesté... no va a servir de nada.
Cogimos el autobús, y nos fuimos a almorzar. Nos comimos 2 bikinis ( sandwich de york y queso), una cervecita sin alcohol y nos marchamos a casa de mi abuela a recoger a Lincoln ( mi perro) y a darle su paseo correspondiente.
Comimos al cabo del rato y me eché un rato la siesta.

A las 17.00 llegó mi pareja. Estuvimos hablando un rato, y llegamos a la conclusión de que nos habíamos obsesionado tanto con la llegada del bebé, que ya ni disfrutábamos de nosotros. Y teníamos que pensar, que dentro de poco, no seríamos nosotros dos solos, ya habría otra personita que ocuparía la mayor parte de nuestro tiempo. Por lo tanto, hicimos cambio de chip, salimos a comprar : unas cervezas ( para mi sin alcohol, obvio) aceitunas, patatas, un tinte.... llegamos a casa y empezó nuestra tarde de desconexión.
Pusimos música a todo trapo, bailamos, cantamos a grito pelao. Me teñí el pelo, bebimos, comimos...en fin, una tarde de las de antes.

A las 22.00 ya estábamos en la cama. Dejé todo por medio, platos sin fregar, baño sin recoger... que más daba! A la mañana siguiente ya tendría tiempo de limpiar....... O eso pensaba yo........



To be continued...




martes, 1 de julio de 2014

En forma!

Sí, estamos embarazadas, nos podemos permitir algún capricho ( llamemos le antojo) pero hay que tener una cosa muy clara, esos kilos de más luego hay que perder los!

En mi anterior embarazo, me salió la glucosa baja, al contrario de casi todas las embarazadas, y por ello podía "permitirme" unos buenos bocadillos de Nocilla, Nutella... o similares. Pero esto luego se vio reflejado en la balanza. No puedo quejarme, me engordé 11 kilos en total, pero de antes ya me sobraban unos 4-5 kilos.
Mi plan con este nuevo embarazo, en mantener la línea. No pienso privarme de nada, pero todo con moderación, y haciendo ejercicio diario.

Es muy importante mantener una dieta equilibrada. Comer más a menudo, cantidades más pequeñas, y sobretodo aportar al organismo todo tipo de nutrientes y vitaminas. No hay que comer por dos, pero si hay que comer de todo, ya que nuestra alimentación se verá reflejada en el crecimiento y desarrollo fetal.

He intentado hacer mil plannings de comidas, tablas con dietas... pero bah, a quién quiero engañar, los engancho en la nevera y luego no les hago ni caso, así que intento guiarme por mi instinto. Como pescado blanco, azul sin pasarme ( ojo con los niveles de mercurio), carne roja y blanca, legumbres ( incluso lentejas con el asco que me dan), fruta,pasta, verdura y algo muy importante: frutos secos. Estos últimos hay que procurar no pasarse ya que tienen un aporte calórico enorme, y pueden aportarnos demasiada grasa al organismo.

A ver, no hay que llevar las cosas a los extremos... a todas nos apetece picar entre horas, y más estando embarazada ( aquí excluyo cuándo las náuseas se apoderan de tu ser). Mi secreto para aguantar esa hambre voraz a la madrugada, fue comprar galletitas saladas, y ponerlas  en la mesilla de noche. Cuándo me despertaba con hambre, acidez o incluso un poco de náuseas, echaba mano a las galletitas y me iban fenomenal.

Esta es la parte "fácil", la de la comida... pero luego viene una no tan fácil, que es la de hacer ejercicio.
Siempre tenemos ( aquí me incluyo yo) alguna excusa para no movernos de casa, para coger el coche, moto o transporte público para desplazarnos... o bien porque hace calor, o frío, o pura pereza.
Sabéis cuál ha sido aquí mi motivación? Dejar el coche lejos aparcado, y no comprarme ningún bono bus ni similares. Por lo tanto, a no ser que sea por una circunstancia mayor, siempre voy andando al trabajo, 2,2 km de ida y otros de vuelta. A lo tonto, ando 4 km y medio diarios, sin contar los paseos que doy a la tarde con mi renacuajo. Este simple echo, el de ir andando y volver del trabajo, ya hace que mis músculos y mi corazón se muevan, y el proceso del embarazo se vuelve todavía más saludable.

Probable mente haya quien me tache de superficial por preocuparme por el peso en un embarazo, pero, no es por físico, es por salud. Debemos pensar, que una vez dejas de estar embarazada, empieza la aventura de ser mamá, y un hijo requiere mucho esfuerzo, psíquico y físico, y si no estás en forma todo cuesta más.
A parte, toda mujer quiere sentirse bella y a gusto con su cuerpo, porque luego nos sentimos capaces de cualquier cosa. La confianza en una misma es fundamental para sentirnos bien.

Por lo tanto, cuidemos este cuerpo, que va a ser el cobijo de nuestro peque durante 9 meses!